lunes, 5 de febrero de 2007

Lactancia materna: ¿cómo puede ayudar papá?

Por Robina Riccitiello


Muchos padres pueden sentirse excluidos cuando se trata de lactancia materna. No pueden alimentar a su bebé y sienten cierta envidia de la cercanía que mamá y bebé comparten mientras amamantan. Pero, aunque no estén conscientes de ello, los padres juegan un papel crucial en la lactancia. Su apoyo a menudo marca la diferencia para que la madre siga intentando amamantar y tenga éxito o que se desanime y se dé por vencida antes de haber aprendido a hacerlo bien.

“EL apoyo del padre es crucial, especialmente en la madre que amamanta por primera vez”, dice Amy Spangler, enfermera, consultora certificada de lactancia y autora del libro “Amy Spangler’s Breastfeeding: A Parent’s Guide”. “El padre es la persona que está más tiempo con ella y quien la conoce mejor. Si él muestra entusiasmo, está informado y la apoya… esto marca toda la diferencia en el mundo en determinar si la lactancia será o no será exitosa y placentera para esa madre y su bebé”.

Sin la ayuda de sus parejas, muchas mujeres no logran atravesar los primeros días y semanas de lactancia, que a menudo pueden ser difíciles. Cuando un padre hace el esfuerzo de animar y reconfortar a la nueva madre, ella tiende a sentirse más confiada en su elección de amamantar.

“Lo mejor que un esposo puede hacer es simplemente estar dispuesto a apoyarte en tu lucha”, dice Ana, madre de tres hijos en Minneapolis, quien siempre ha tenido dificultades al inicio de la lactancia, pero que siguió intentándolo porque sabía que era lo mejor para sus hijos. “Pienso que muchas veces ellos no comprenden por qué luchamos tan duro para lograr amamantar cuando parece tan fácil darle al bebé leche artificial en un biberón. Realmente tienes que tener un esposo que comprende por qué lo estás haciendo y que está comprometido con la lactancia, para que cuando tú quieras darte por vencida, él te pueda animar para que continúes”.

La parte más difícil para muchos padres es sentirse excluido en los primeros días y semanas de la vida del bebé. Pero ese es el mejor período para involucrarse y aprender cómo hacer otras cosas que los pueda ayudar a apegarse a sus bebés. Algunos padres les cantan o los llevan en cargadores tipo “cangurito” o aprenden a darles un baño de esponja. Una estupenda forma para fomentar el apego entre el padre y su bebé es colocar al recién nacido, vestido sólo con pañales, en el pecho desnudo del papá, para que el bebé sienta el calor de su piel y aprenda cómo huele papi, mientras ambos se acurrucan bajo una cobija.

Un sorprendente número de padres se unen al club de los desvelados al levantarse de la cama para cambiar pañales antes de entregarle a la madre a su bebé hambriento.

“Shel era estupendo en traerme a Noah en la madrugada para que yo lo amamantara. Èl le cambiaba el pañal, lo arrullaba y lo mimaba”, dice Ruth, una dedicada madre de dos hijos que vive en California del Sur.

Otros padres proporcionan compresas calientes para aliviar la ingurgitación (o plétora), o se hacen cargo del bebé para que la madre pueda darse un relajante baño antes de darle pecho al bebé.

“Pienso que algunos hombres se sienten excluidos de este proceso, por eso es importante involucrarlos en todo lo que se pueda”, dice Anna.

Lisa, una diseñadora gráfica de Montana, California, dice que su esposo se levantaba temprano para jugar con Tom, de un año, para que ella pudiera dormir un poco más.

“Mientras yo amamantaba, él me traía agua o jugo, un libro o una revista”, dice. “Algunas veces, sólo nos sentábamos a conversar. Eso era estupendo”.

Proporcionar comida y bebidas es una buena forma de ayudar a las nuevas madres a mantener su producción de leche. Muchas nuevas madres están tan ocupadas con sus bebés que no se toman el tiempo de comer adecuadamente para así permitirle a sus cuerpos que produzcan suficiente cantidad de leche. Puede ser que esas mismas madres, durante el embarazo, se aseguraban de comer suficientes frutas y vegetales. Pero una vez el bebé llega, se olvidan que aún son una parte fundamental en el desarrollo de sus infantes: las únicas proveedoras del alimento de sus bebés.

Spangler dice que los padres necesitan recordar que ellos juegan un papel importante en el desarrollo infantil. Ella dice que los padres (y madres) necesitan recordar que los infantes aprenden por el tacto. Mecerlos, arrullarlos y tenerlos en brazos son cruciales para su crecimiento.

“La lactancia es una parte muy pequeña de la crianza”, dice Spangler. “Los bebés tienen tantas otras necesidades además de comer. Depende de papá el ser creativo y satisfacer esas otras necesidades”.

Los padres primerizos, especialmente, necesitan que se les anime para cargar y jugar con sus recién nacidos, porque a menudo están renuentes a cargar a sus diminutos bebés. Cada madre debería asegurarse de que el padre de su bebé pasa suficiente tiempo cargándolo y arrullándolo. Esto es especialmente importante cuando el padre tiene que competir con su suegra, sus cuñadas, vecinos y con su propia madre para tener la oportunidad de cargar al bebé.

Una vez la lactancia está bien establecida, los padres pueden involucrarse en el proceso de alimentación dándole al bebé un biberón con leche materna extraída. Es mejor esperar varias semanas, hasta que la producción de leche está bien establecida y el bebé es un experto en tomar el pecho, antes de que el papá intente darle un biberón con leche materna.

Los padres pueden ser de más ayuda si se arman con mucha información proveniente de libros, clases o recursos en línea. Hablar con amigas que han pasado por lo mismo puede ayudar a prepararlos para la experiencia que a veces puede ser un reto. Tan solo hacer el esfuerzo de aprender sobre la lactancia antes de que el bebé nazca demuestra que un padre está ansioso por ser una parte activa en la vida de su hijo o hija.

“Leí uno o dos de los libros que compramos sobre crianza para expresarle mi apoyo”, dice Ted, un piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, padre de dos niños pequeños. “Estuve de acuerdo en hacerme a un lado y dejar que Mary lo hiciera, ya que de los dos, ella era la única armada con el equipo necesario”.

Sin embargo, Ted encontró otras maneras de ayudar.

“Cuando estaba en casa, ayudé a sacar muchos gases después de que se alimentaban”, recuerda Ted. “Y limpié muchos regueros”.

Otros padres se ponen como escudos para que sus esposas tengan privacidad para dar el pecho cuando están en público.

“Descubrí que, a pesar de que mi esposa tenía una perspectiva saludable en cuanto a lo natural y aceptable que es amamantar en público, ella se sentía más cómoda conmigo como escudo humano. Ella sentía que así era más seguro y más privado”, dice Bill, un ejecutivo de California cuyo hijo tiene 18 meses.

Algunos padres recurren a tradiciones ancestrales para mantener alta la producción de leche de sus esposas.

“Para mi esposo, la solución para acelerar la producción de leche en la primera semana es correr a comprarme cerveza oscura, de acuerdo a lo que él dice es la tradición europea”, dice Patty Brown, una de las socias de Breastfeeding.com y madre de tres. “Odio la cerveza, pero la atención que él me presta es fantástica”.

Los expertos en lactancia están de acuerdo en que para lograr un buen inicio de la lactancia, y mantenerla durante el primer año de vida del bebé, según recomienda la Academia Americana de Pediatría, es mucho más fácil cuando la madre y el padre actúan en equipo, animándose mutuamente y ayudándose el uno al otro a ser padres apegados y solidarios. Spangler dice que los padres y madres primerizos, especialmente, deben recordar que necesitan trabajar juntos para aprender a ser buenos padres.

“Una madre primeriza está tan asustada como el padre y teme hacer algo incorrecto. La confianza llega conforme se pasa tiempo con el bebé, y con la práctica”, dice Spangler.

(Traducido por Waleska Porras, Publicaciones LLL de América Latina)

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